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JAVIER DÍEZ-ASTRAIN (COPROPIETARIO DEL RESTAURANTE CAJÓN DESASTE)
¿Mentalmente cómo afectó el cierre de tu local en la cuarentena con los pagos, incertidumbres y tal?
En nuestro caso nos destrozó. Al principio pensé que era el fin. Justo acabábamos de abrir, apenas tres meses antes, y empezábamos a ser conocidos, llenando prácticamente cada día, con el libro de reservas bastante lleno de cara a los próximos meses (marzo, abril, mayo). Las pérdidas fueron cuantiosas, las ayudas no llegaban (de hecho llegaron el mes pasado), pero sí lo hacían las facturas y cuotas de autónomo. Había préstamos que pagar y no disponíamos de dinero suficiente. No veíamos la luz, mucho producto se echó a perder. Nadie supo prepararse para ello.
¿Notaste cambios en tu personalidad derivados de estas preocupaciones?
Cambios... sí que se notaba tristeza e incertidumbre, tanto por mi parte, como por la de mis socios y los empleados. Cuesta conciliar el sueño, y das mil vueltas a todos los asuntos.
¿Te viste superado en algún momento y valoraste la opciones de solicitar ayuda también psicológica?
Como ya he dicho acabábamos de inaugurar, así que me puse algo nervioso, pero no tanto como solicitar ayuda psicológica. Afortunadamente conté con el apoyo de mi mujer, familiares, amigos y de algunos clientes que en este sentido fue fundamental.
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